¿ Por qué no debemos calentar los alimentos en envases de plástico?
¿Quién de nosotros no ha calentado alguna vez en el microondas un alimento dentro de su envase de plástico original o fiambrera?.
Más de uno sin lugar a duda!!!. El calentamiento con microondas de comidas en envases de plástico es muy frecuente a día de hoy pues resulta un sistema muy práctico para disponer de los alimentos cocinados en un corto espacio de tiempo, permitiendo improvisar una comida rápida cuando no se dispone de tiempo ni ganas de cocinar…
El contenido de este post guarda relación con el “mito del tupper y el microondas” y la relación que se ha desatado estos últimos años entre esta práctica y la aparición de ciertas enfermedades como el cáncer.
Botellines de agua, bandejas, películas-film…, envases de alimentos precocinados o cocinados… etc. si se calientan o se exponen a una temperatura ambiental elevada corren el riesgo de descomposición del plástico que los recubre y la formación de sustancias indeseables como las dioxinas y otros tóxicos que pueden migrar al alimento.
¿Hay algo de cierto en todo esto?
La necesidad de fabricar envases hoy en día es muy grande. Un envase alimentario es cualquier material que se utiliza para contener, transportar y almacenar productos alimentarios, desde la materia prima hasta el producto terminado, y desde el fabricante hasta el consumidor. Los envases además permiten mantener e incluso alargar la vida del alimento y conservar sus cualidades nutricionales proporcionando la protección física y la información adecuada para evitar la contaminación de los alimentos que los contienen.
Los materiales son cada vez más complejos en su diseño y composición. Uno de los más utilizados en alimentación es el plástico, que juega un papel muy importante en el manejo y la vida útil de los alimentos. Desde hace ya algún tiempo se ha oído en más de un medio de comunicación que el calentamiento en el microondas de los alimentos dentro de sus envases plásticos es una práctica perjudicial para la salud y así puede ser.
Fuente:
http://verne.elpais.com/
Los plásticos son compuestos químicos poliméricos que se incorporan a los envases para mejorar su funcionalidad pero si no elegimos el material adecuado, en determinadas condiciones estos envases pueden ceder sustancias nocivas a los alimentos y modificar sus características sensoriales, produciéndose un fenómeno conocido como migración. Este proceso está influenciado por parámetros como la naturaleza y complejidad del alimento, el tiempo de contacto o la temperatura a la que se somete.
Pero ¡tranquilos! no debemos preocuparnos pues para impedir que esto ocurra, la legislación contempla diferentes medidas con el fin de minimizar este riesgo y en este sentido, el Reglamento (CE) Nº 1935/2004 sobre los materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con los alimentos dispone que los materiales y objetos habrán de estar fabricados de conformidad con las buenas prácticas de fabricación para que, en las condiciones normales o previsibles de empleo, no transfieran sus componentes a los alimentos en cantidad que puedan provocar una alteración de sus características.
Por tanto, para reducir la migración de sustancias no deseadas a los alimentos deben seguirse las instrucciones del fabricante (tiempo de cocción y potencia) y hacer un uso correcto de cada uno de ellos, utilizando en el microondas solo aquellos envases destinados a ello.
¿Cómo puedo saber qué envase plástico es apto para su calentamiento en el microondas?.
En caso de que el material sea apto para entrar en contacto con los alimentos, presentará un símbolo como el que puedes ver a continuación:
Ahora bien, que un envase de plástico muestre el símbolo anterior no significa necesariamente que sea adecuado para su calentamiento en el microondas.
Hay numerosos tipos de plástico que se han usado como materiales de envasado, entre los que se encuentran el polietileno, polipropileno (los más comunes) o los policarbonatos. Cada uno de estos productos posee diferentes propiedades físico-químicas que los hacen más adecuados para unos determinados usos e inadecuados para otros. Este es el motivo por el que no todos los plásticos resistan las altas temperaturas y no resulten adecuados para su calentamiento.
El polipropileno (PP) es uno de los más resistentes al calor, también más duro, denso y transparente en relación a otro primo hermano: el polietileno (PE). Se utiliza, por tanto, para el envasado de alimentos que pueden ir al microondas. Por el contrario, el policarbonato (PC) es claro, resistente al calor y se usa en botellas de agua recargables y biberones estériles.
También puede emplearse en el interior de latas de alimentos y bebidas. En la mayoría de los casos y, sobre todo, si se utiliza de forma adecuada, resulta muy estable.
Cada elemento de estos envases de plástico tiene un acrónimo inserto para señalar el tipo de plástico que se trata, con un número identificativo dentro de un triángulo que indica que todos los productos que tienen el mismo acrónimo están fabricados con el mismo material.
De la amplia variedad de plásticos que tenemos a disposición, los que no se deben utilizar en microondas son los plásticos con el código PVC (policloruro de vinilo) o el PS (poliestireno) los cuales, aunque se caracterizan por su gran capacidad aislante y amortiguadora, presentan como principal inconveniente su escasa resistencia a la alta temperatura (a menos de 100 °C se deforman) En cualquier caso, las instrucciones de fabricante en el etiquetado nos orientarán sobre el uso más adecuado de estos envases y en caso de duda, es mejor no utilizarlos para este fin.
Sirva de ejemplo la siguiente figura: